Carlos
Joaquín Durán
Cuentos para curar el empacho
Sabido es que la narración debe asumirse por sí misma como
alimentación sicológica, impresión espiritual. Así,
el cuento debe quedar como temblando en el aire y posibilitar
la reflexión. Por ello se proponen tres niveles, apuntando a grados
diferentes de grupos de catequesis, perseverancia o juveniles. En cada
nivel se desarrollan cuatro relatos que permiten el ascenso gradual en
la conflictología elegida y una guía de discusión
temática para el diálogo grupal.
Colección Ventana 8
120 pp
4ª edición
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